domingo, abril 05, 2009

Cambio fobia social por silla de ruedas...


La silla de ruedas de la fobia social...

Tras el título tan atípico de este post os preguntaréis: este hombre se ha vuelto loco. ¿Cómo preferir convertirse en paralítico? ¿Por qué desear cambiar una leve y superficial timidez por un trastorno tan grave como una lesión medular, una poliomielitis o una distonía muscular? Bueno, no deseo cambiar nada y tampoco podría. Tampoco quiero que me atropelle un coche. Se trata más que nada de deseos infantiles algo desesperados por huir de un estado nada deseable como es el de la ansiedad social.

¿Sabéis que es lo que más echo en falta de la gente que me rodea acerca de mi trastorno? Algo que ya poseen desde hace mucho los discapacitados físicos: la comprensión y el cariño de sus seres más cercanos. La marginación y la discriminación deben terminar, no existen discapacidades de primera o de segunda, estamos en esto juntos y necesitamos lo mismo. Querednos como somos, por favor...

Espero que éste artículo os pueda dar una idea de los sufrimientos invisibles que padecemos los que nos vimos afectados por este mal.

Texto procedente de la siguiente página, creada por una asociación sin ánimo de lucro dedicada en cuerpo y alma a este trastorno. Ojalá en España puedan existir más organizaciones como ésta en pocos años...


¿Qué es la Ansiedad Social?

La Ansiedad Social es el tercer problema psicológico más grande en el mundo hoy en día...


Una mujer odia permanecer en la cola de la frutería porque tiene miedo de que todos la están mirando. Ella sabe que esto no es realmente verdadero, pero no puede sacudirse ese sentimiento. Mientras está comprando, es consciente del hecho de que la gente podría estar fijándose en ella desde los grandes espejos en el techo. Ahora tiene que hablar con la dependienta. Trata de sonreir pero su voz sale con debilidad. Está segura de que está pareciendo una idiota. Su autoconsciencia y ansiedad llegan al límite...

Otra persona se sienta en frente del teléfono y agoniza porque teme descolgar el aparato y hacer una llamada. Incluso teme llamar a una persona desconocida en un despacho acerca de una factura de la compañía eléctrica porque tiene miedo de sacar a alguien de sus casillas, de enfadarle. Es muy duro para ella soportar el rechazo, incluso al teléfono, incluso de alguien que no conoce. Ella teme especialmente llamar a gente que no conoce porque siente que llamará a la hora equivocada -- la otra persona estará ocupada -- y no querran hablar con ella. Se siente rechazada incluso antes de realizar la llamada. Una vez que la llamada termina, se sienta, analiza y rumia sobre lo que se dijo, en qué tono se dijo y cómo fue ella percibida por la otra persona... Su ansiedad y pensamientos acelerados acerca de la llamada le prueban que ella fastidió la llamda, justo como siempre lo hace. A veces se avergüenza sólo de pensar en la llamada.

Un hombre encuentra difícil caminar por la calle porque es autoconsciente y siente que la gente le están mirando desde sus ventanas. Aún peor el puede encontrarse con una persona en la acera y ser forzado a decir "hola". Él no está seguro de que pueda hacerlo. Su voz le traicionará, su "hola" sonará débil, y la otra persona sabrá que está asustado. Más que cualquier cosa, él no quiere que nadie sepa que tiene miedo. Guarda su mirada de la de cualquier otro y reza para que pueda llegar a casa sin hablar con nadie.

Un hombre odia ir a trabajar porque una reunión se ha planeado para el día siguiente. Él sabe que esas reuniones siempre implican tener a los compañeros hablando unos con otros de sus actuales proyectos. Sólo el pensamiento de hablar enfrente de sus compañeros eleva su ansiedad. Algunas veces no puede dormir por la noche a causa de la ansiedad anticipatoria que se crea. Finalmente termina la reunión. Una gran oleada de alivio se derrama sobre él a medida que empieza a relajarse. Pero la memoria de la reunión todavía reside en su mente. Está convencido de que ha parecido un idiota y de que todos en la habitación vieron lo miedoso que parecía cuando hablaba, y la manera tan estúpida en que actuó en su presencia. En la reunión de la siguiente semana, el jefe va a estar allí. Incluso a pesar de que faltan siete días para ésta reunión, su estómago se resiente con la ansiedad y el miedo le inunda otra vez. Él sabe que en frente de su jefe él tartamudeará, dudará, su rostro se volverá rojo, no recordará lo que decir, y todos serán testigos de su apuro y humillación. Tiene siete miserables días de ansiedad enfrente de él -- para pensar sobre ello, rumiarlo, preocuparse, exagerarlo en su mente... una, otra y otra vez...

Una estudiante no atiende a sus clases universitarias en el primer día porque sabe que en algunas de ellas el profesor les pedirá salir a la pizarra y presentarse a sí mismos. Sólo pensar en sentarse allí, esperar a presentarse a un aula llena de extraños que estarán fijandose en ella, la hace tener náuseas. Sabe que no será capaz de pensar claramente porque su ansiedad será altísima, y está segura de que se dejará importantes detalles. Su voz incluso se quebrará y sonará asustada e indecisa. La ansiedad es demasiada como para soportarla -- por ello se salta el primer día de clase para evitar la posibilidad de tener que presentarse en la clase.


Un joven quiere ir a fiestas y otros eventos sociales --además, se siente muy, muy sólo -- pero nunca va a ningún sitio porque se pone muy nervioso cuando conoce a gente nueva. Demasiadas personas estarán allí y las multitudes sólo hacen las cosas peor para él. El pensamiento de conocer a gente nueva le asusta --¿sabrá lo que decir? ¿Le mirarán y le harán sentir todavía más insignificante? ¿Le rechazarán de entrada?Incluso si parecen agradables, ellos seguro que perciben su congelada apariencia y su imposibilidad de reir completamente. Sentirán su malestar y tensión y no le querrán -- no hay manera de ganar -- "Siempre seré un marginado", predice. Y malgasta la noche sólo, en casa, viendo la televisión otra vez. Se siente confortable en casa. De hecho, el hogar es el único sitio en que se siente completamente cómodo. No ha salido a ningún sitio en 12 años.

En lugares públicos, como en el trabajo, reuniones, o de tiendas, la gente con ansiedad social siente que todos están observando, fijándose y juzgándole (incluso a pesar de que ellos racionalmente sepan que no es así) La persona socialmente ansiosa no se puede relajar, "tómarlo con tranquilidad" y disfrutar en público. De hecho, no pueden relajarse completamente cuando hay otras personas alrededor. Siempre sienten que los otros están evaluándoles, criticándoles o "juzgándoles" de alguna manera. La persona con ansiedad social sabe que la gente no hace esto abiertamente, por supuesto, pero ellos todavía sienten la autoconsciencia y la valoración mientras están en presencia de otras personas. Es a veces imposible dejarlo ir, relajarse y centrarse en otra cosa que no sea la ansiedad y el miedo. Por el hecho de que la ansiedad es tan dolorosa, es mucho más fácil simplemente huir de situaciones sociales y evitar a otras personas.

Muchas veces las personas con ansiedad social simplemente deben estar solas -- aisladas -- con la puerta cerrada detrás de ellos. Incluso cuando están alrededor personas conocidas, pueden sentirse abrumadas y tener la sensación de que los otros están notando cada movimiento suyo, criticando cada pensamiento. Siente como si estuviesen siendo observados criticamente y como si otras personas estuviesen haciendo juicios negativos sobre ellos.

Una de las peores circunstancias es la de encontrarse con personas que son "figuras de autoridad". Especialmente gente como jefes o supervisores, pero incluyendo a casi todos los que son vistos como "mejores" que ellos en algún aspecto. Puede ponérseles un nudo en la garganta y sus músculos faciales pueden agarrotarse cuando se encuentren a esta persona. El nivel de ansiedad es muy alto y están tan concentrados en "no fallar" y "no vencerse" que ni siquiera recuerdan lo que fue dicho en la conversación. Pero después, seguro que deben haber dicho algo incorrecto... porque ellos siempre lo hacen.

¿Cómo es posible sentirse "cómodo" o "natural" bajo esas circunstancias?

Para la persona con ansiedad social, ir a una entrevista de trabajo es una pura tortura: tú sabes que tu excesiva ansiedad te vencerá. Parecerás extraño, dudarás, tal vez incluso te sonrojes, y no serás capaz de encontrar las palabras adecuadas para contestar a las preguntas con coherencia. Quizás esto sea la peor parte de todo: tú sabes que vas a equivocarte. Tú lo sabes. Es especialmente frustrante porque tu sabes que podrías hacer bien el trabajo si pasases esta terrible e intimidante entrevista.

BIENVENIDO AL MUNDO DE LOS ANSIOSOS SOCIALES


La ansiedad social es el tercer problema psicológico en los Estados Unidos hoy en día. Éste tipo de ansiedad afecta a 15 millones de americanos al año. A diferencia de otros problemas psicológicos, la ansiedad social no está bien entendida por el público en general o por los profesionales de la salud, como doctores, psiquiatras, psicólogos, terapeutas, trabajadores sociales y consejeros. De hecho, las personas con ansiedad social reciben un diagnóstico equivocado casi el 90% de las veces. Llegan a nuestra clínica de ansiedad clinicamente etiquetados como "esquizofrénicos", "maniaco-depresivos", "deprimidos", "desórdenes de pánico", "desórdenes de la personalidad", entre otros dañinos fallos diagnósticos.

Debido a que pocas personas con ansiedad social han oído de su propio problema, y nunca lo han visto en ningún medio de comunicación, como los programas de TV, piensan que son los únicos en el mundo que poseen esos terribles síntomas. Por eso, deben permanecer en silencio. Sería desagradable si todo el mundo se diese cuenta de cuanta ansiedad experimentan en su vida cotidiana. Entonces, ¿que pensaría la gente de ellos? Desafortunadamente, sin algún tipo de educación, conocimiento, y tratamientos apropiados, la ansiedad y la fobia sociales continúan causando estragos en sus vidas. Añadiendo al problema que cuando una persona con ansiedad social finalmente consigue el coraje necesario para buscar ayuda, las posibilidades de que se encuentren son muy, pero que muy escasas.

Hace la situación más difícil el que la ansiedad social no viene y se va como algunos otros problemas físicos y psicológicos. Si tú tienes ansiedad social un día... lo tendrás todos los días por el resto de tu vida...

Los sentimientos que describo al principio de este artículo son los de personas con ansiedad social. Esto es, sus síntomas se aplican a la mayor parte de los eventos sociales y sucede en casi cada area de la vida. Yo sufrí de ansiedad social durante 20 años antes de que siquiera viese el término o leyera sobre sus síntomas en un libro (el primer libro que específicamente trató el tema no fue publicado hasta los 90).

Como con todos los problemas, los que poseen éste tienen unos ligeramente distintos síntomas secundarios. Algunas personas, por ejemplo, no pueden escribir en público porque temen que la gente están mirando y que sus manos temblarán. Otros son muy introvertidos y encuentran muy complicado mantener un trabajo. Y otros tienen una grave ansiedad a la hora de comer o beber en presencia de otras personas. Algunas personas con ansiedad social sienten que una cierta parte de sus cuerpos (como la cara o el cuello) son especialmente "extraños" y vulnerables a la vista de los demás. Otros experimentan un espasmo muscular (normalmente en el cuello y hombros) que se convierte en el centro de su atención -- "¡Es tan embarazoso que si alguien lo ve seré humillado para siempre!"

Una cosa que todos los que poseen este trastorno comparten es el conocimiento de que sus pensamientos y miedos son basicamente irracionales. Esto es, las personas con ansiedad social saben que los demás no están realmente juzgándoles criticamente o evaluándoles todo el rato. Entienden que la gente no trata de avergonzarles o humillarles. Se dan cuenta de que sus pensamientos y sentimientos son de alguna manera exagerados e irracionales. Y, a pesar de esto, todavía siguen sintiendo de manera diferente.

Son estos "sentimientos" y pensamientos automáticos que ocurren en situaciones sociales los que deben ser encontrados y vencidos en terapia. Normalmente estos sentimientos ansiosos están atados a pensamientos que se imbrican en un círculo vicioso de expectativas y apreciaciones negativos. Es una situación complicada de la que no hay salida sin la apropiada terapia.

Aquí llega la parte interesante.

¿Cómo puede ser tratada la ansiedad social? Se han estudiado muchos métodos terapéuticos pero la terapia cognitivo-conductista es la única modalidad que parece funcionar efectivamente. De hecho, el tratamiento de la ansiedad social a través de métodos cognitivo-conductistas tiene la capacidad de producir un duradero y permanente alivio de esta carga de ansiedad.

La ansiedad social responde a una relativamente corta terapia, dependiendo de la severidad de la condición. He visto un progreso significativo en sólo 12 sesiones individuales, a pesar de que la mayor parte de la gente responde mejor entre unas 16 a 24 sesiones. Para superar la ansiedad social, completar un grupo de terapia conductual es también esencial (cuando las personas se sientan listas para esto y no antes).

Lo que las personas socialmente ansiosas no necesitan es años y años de terapia o asesoramiento. No es posible sacar a una persona de la fobia social con el "counseling". De hecho, las personas ansiosas que son enseñadas a "analizar" y "rumiar" sobre sus problemas normalmente vuelven su ansiedad social y sus miedos mucho peores, lo que conduce a la depresión, la cual justo refuerza el hecho de que "nunca mejoraré" (Este argumento no tiene por qué ser verdadero).

HAY UNA VIDA MEJOR PARA TODAS LAS PERSONAS CON ANSIEDAD SOCIAL. Sin tratamiento, la ansiedad social es un tortuoso y horrible problema emocional; con tratamiento, el ladrido es peor que el mordisco. Añade a esto que la investigación actual apunta a que la terapia cognitivo-conductual es altamente exitosa en el tratamiento de la ansiedad social. De hecho, la gente que no tiene exito son los que no persisten en su práctica y que no resolveran sus problemas con métodos simples y técnicas en casa. Ellos son los únicos que se rinden.

Si una persona se motiva para acabar con años y años de ansiedad incapacitante, entonces el tratamiento cognitivo-conductual provee los métodos, técnicas y estrategias que vienen juntas para disminuir la ansiedad y hacer del mundo un lugar mucho más agradable.

Muchos de nosotros hemos caminado a través de los miedos incapacitantes y la ansiedad constante que la fobia social produce -- y hemos salido más sanos y más felices por el otro lado. ¡¡¡Tú también puedes!!!

---Thomas A. Richards, Ph.D.
Psicólogo


2 comentarios:

SSSS dijo...

Hola. Sé que la entrada es muy antigua, pero sufro este mismo problema y me gustaría contactar con alguien para no se, poder hablar o algo así... No pienses mal, no quiero molestarte...
No he encontrado tu dirección de correo, por lo que te dejo este comentario. Espero que lo puedas leer pronto y que no te moleste. No se si ya lo habrás superado o si no es tu caso, pero querría cambiar un par de correos contigo si te parece. Mi correo es simplysosadsoul@gmail.com por si quieres.

un saludo y gracias por la entrada, me la guardo :)

Andries dijo...

Acabo de leer tu comentario. Como no estoy muy acostumbrado a que me escriban pues no sigo mucho la sección de comentarios. Me guardo tu dirección. Yo también quiero conocer gente con similares problemas, aunque preferentemente de España.

Un fuerte abrazo.