domingo, junio 12, 2011

Democratizar el amor II



No, no me he vuelto loco. Estoy a punto de mostrar al mundo el listado de todos mis ligues y relaciones amorosas. Ríete tú de los Wikileaks de Julian Assange.

Es broma. En realidad nada tengo que enseñar puesto que nada hubo. Tan sólo una larga lista de frustraciones y penosos intentos por conseguir la atención de una mujer. Casi 20 años buscando lo imposible me ha llevado hasta aquí, instante en el cual recuerdo a todas las chicas que, en un momento u otro de mi vida, pasaron tangencialmente, casi tocándome pero nunca quedándose.


Nos remontamos a la temprana edad de los 18 años. Con los juegos olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla empezó este mal que ahora padezco y que ha malformado mi existencia hasta el momento presente. Selena. Ella fue la primera. Coincidíamos en la clase y ello era un sufrimiento para mí. Un año entero y tan sólo una conversación en todo ese tiempo, que se podría encajar en dos o tres párrafos a lo sumo. Un año entero tratando de pensar en la mejor manera de encararme a ella, elaborando frases que podrían llamarle la atención, refiriéndole mi mejor rostro. ¡Y entonces un año me parecía mucho tiempo! Ese record fue superado ampliamente en el año 2004.

En las fiestas de fin de curso se demostró la realidad. Empezó a frecuentarla uno de los chicos más populares de la clase, como no podía ser de otra manera, y en esas fiestas se remató la faena. Siguen felizmente casados a fecha de hoy.


Yo seguí mi camino, estudiando la carrera de mis sueños, mi vocación, la cual me traería un desenfreno de nuevas amistades, compañeros de residencia y mujeres, también mujeres. La más reseñable es Aitana, compañera de trabajos universitarios y punto. La razón por la cual no podría ser más era yo. Claramente no me encontraría a gusto profundizando en esa relación, no porque no quisiera nada con ella sino porque no me creía la enorme suerte que poseía estando junto a ella. Subjetiva sensación que me sigue acompañando incluso hoy en día. No puedo creer que tenga suerte en la vida.

La posibilidad de una unión más íntima era tremendamente cercana. Ambos eramos de la misma ciudad y estudiábamos la misma carrera en una ciudad extraña. Después de terminar nuestros estudios nos volvimos a encontrar. En ese período yo estaba pasando una mala racha de desempleo y ella, sin embargo, ya tenía una colocación muy decente. Hace poco he oído que también ha encontrado a su media naranja. Le deseo lo mejor. A ella sí la conocí lo suficiente para determinar que era una bellísima persona.


Tras finalizar la Universidad estuve en la capital. Estudiando una vez más, perfeccionando mi curriculum. Allí conocí a Circe, otra mujer que pudo conocer de primera mano cómo era yo. Con mis imperfecciones y carencias pero también con mi enorme generosidad y tratando de ocultar mis afectos. En ese año fui testigo de mucho desenfreno juvenil pero yo permanecí indemne. Jesucristo en el desierto fue tentado por Satanás. Él tenía poder para satisfacer sus deseos, yo no. Con lo cual ese estoicismo no tenía ningún valor.

Ya he mencionado cómo tras mis estudios hubo un período de sequía en la cual no se presentaba ningún trabajo, aparte de las prácticas no remuneradas y actividades varias de becario. Llegaba el período de cursos, cursillos y cursazos. De 50 horas a 300. Todo ese tiempo da mucho pie para que puedan originarse enamoramientos pasajeros. Otras personas pudieron haber tenido novias en cada uno de esos períodos. Yo no tuve mas que quebraderos de cabeza y obsesiones nocivas para mi estabilidad mental.

Este período de 1999 a 2004 fue bastante poco productivo en lo profesional y nefasto para mi cordura pero el tiempo libre de que disponía me brindó dar rienda suelta a la escritura, una de mis vocaciones ocultas que pude desplegar en todo su esplendor y que este blog muestra. Tres relatos surgieron a modo de hijos de mi calenturienta imaginación: Paradigma 2000, Holocausto y Estrella Roja.


También tuve la oportunidad de publicar algún que otro relato corto en una revista local durante algún tiempo. Y aquí paso a describir la extrañísima situación, única hasta ahora, que se dio durante una fiesta de presentación de esa revista. Fue la primera vez que una mujer me interpeló, tratando de interesarse por mí, sin que yo la conociese de nada. Realmente sorprendente. ¿Es que existía en mí algún tipo de atractivo que yo desconocía? Dejé escapar la ¿oportunidad? hablando de mis relatos y ralladas de cabeza sin tener el mínimo interés de concretar otro encuentro. Einstein tenía razón, la estupidez humana es infinita.


Ya nos estamos acercando al año 2004. ¿Que pudo suceder en esta fecha? De ello hablo en este blog y no pienso volver a recordar aquellos acontecimientos tan próximos. Sólo diré que ahora me alegro puesto que uno de mis mayores logros presentes, obtener la independencia de mis padres, se origina claramente tras los desvelos y el amor insatisfecho de aquellos tiempos.

Es increíble cómo se pueden desarrollar los acontecimientos. La certeza de que debía comunicarme con aquella chica (Pilar) y los resultados desastrosos posteriores me hicieron pasar una temporada de depresión, desesperanza y tristeza arrasadores, que casi acaban con mi estado de ánimo y mi propia vida. Afortunadamente ahora puedo considerarme una persona madura tras eso. Jugar con fuego nunca es recomendable pero si se atraviesan las llamas quien sale de ellas ya nunca será el mismo.

No se puede tratar de jugar en primera división. Desde entonces lo sé pero también he aprendido que en la subjetiva clasificación en que las mujeres y hombres encajamos existen numerosos timos y estafas. Y que existen mujeres de tercera regional que han conseguido hacernos creer que son Cristiano Romualdo.

Pero hay todavía más. Encuentro trabajo más o menos estable. Por tanto, mi primer objetivo vital se ve finalmente cumplido. A resultas de eso surge con más fuerza la necesidad de encontrar pareja. Pero tras el fracaso comunicativo del 2004 y posteriores años veo que aquello no es realizable. Trato de fortalecer las facetas de mi ser con más carencias. Dedico unos cuantos años a mejorar mi físico, con resultados prácticamente nulos.


Llega el año 2007 y otra puñalada a mi deshecho corazón. Sigo realizando cursos a pesar de que tenga un trabajo. Nunca está de más aprender cosas nuevas pero en mi tostado cerebro ya cada vez hay menos sitio. Sigo obsesionándome, hechizándome como una liebre que se queda mirando a los faros de un coche, sin saber que está a punto de ser arrollada. Sin embargo, en esta ocasión llego a conocer a una mujer maravillosa, Imelda, que me hace pensar en que yo también puedo encontrar el amor, como todos. Lástima que en una noche me fuese arrebatada de mis manos por otro. Mi única salida fue la huida.

Poco después además pude ver cómo la mujer con la que más similitudes he podido tener de entre todas las conocidas en estos largos años viajaba lejos de mí, en pos de su carrera profesional. Juro que hice todo lo humanamente posible por mantener el contacto pero ya no había nadie al otro lado de la línea.


Además, en ese mismo año también pude conocer a una bellísima, dulce y atenta camarera denominada Adriana, cuya simpatía hizo que se abriese mi corazón además de mi cartera cuando pedía mi desayuno. Lástima que no me viese capacitado para poder desarrollar una amistad con toda su familia presente y sin saber si tenía o no pareja. Mis intentos son siempre furtivos. Si tengo que seducir a alguien sabiendo que tengo espectadores que se van a reir de mis intentonas lamentables, entonces me vengo abajo. Normal.

Seguía pasando el tiempo y mis opciones en vez de disminuir crecían. ¿Lo hacían realmente? ¿No se trataba de una broma cruel del destino que me hacía ver éxitos allí donde no se ocultaba mas que el fracaso?


El trabajo me dio la posibilidad de relacionarme con Cornelia, Rocío y Magdalena. Parecía mentira pero conocía una o dos mujeres nuevas cada año. Alguna vez sucedería... Sin embargo, a medida que surgían nuevas oportunidades las quemaba tontamente tratando de forzar la maquinaria.

¡No! ¡Otra vez este tío tratando de meter ficha!

Con Cornelia pronto supe que yo no tenía el perfil requerido. Probablemente andaría buscando a un profesional bien situado en su mundillo más cercano o simplemente es que no buscaba en absoluto. Pensar en lo último me tranquiliza más porque no daña mi ya desinflada autoestima.

Rocío era el tipo de mujer con quien yo no me veía desde el principio. Sin embargo, parecía que ella tenía, como yo, la necesidad de encontrar a alguien que diese más sentido a su vida. Quedamos en contadas ocasiones e incluso pude bailar con ella, la primera vez en que bailaba con una mujer. Nadie se percató de ello. Sin embargo, y como una tercera persona me hizo ver, yo no encajaba en su vida. Por tanto salí sigilosamente, lo cual no me costó mucho. Ya estaba acostumbrado a no apegarme a nadie. Es algo que realmente desde el 2004 no me cuesta en absoluto. Se ha perdido ya la inocencia, no creo que tenga nunca una relación de la que al día siguiente, si me lo planteo o me viese en el brete, no pudiera deshacerme como si me cambiase de camisa. Mujeres, vosotras mismas creáis a vuestros monstruos.

Magdalena es mi recuerdo más reciente. Realmente no tengo nada que decir sobre ella. Una vez más, sólo hay en común una o dos conversaciones en torno a un café y la sensación de que podría ser la mujer de mi vida. ¿Donde hay que firmar? En ningún sitio, puesto que ella tiene otros intereses, aparte de una persona solitaria sin ningún tipo de atractivo.


Este año pasado, el 2010, tuve otro encuentro, fuera del ámbito laboral y facilitado por internet. Es lo más cerca que he llegado nunca a la relación física. Tuve la oportunidad de besarme con Carmela en mi propia casa pero llegado el momento tan deseado surgió lo inesperado. Me repugnó. Tantos años deseando este EVENTO y cuando sucede soy yo quien da marcha atrás. Después de eso imagino que ella trataría de buscarse las castañas por otro lado y con toda la sinceridad del mundo me comentó que estaba chateando con otras personas. Todo terminó cuando me dijo que se iba a ir fuera de España, siguiendo a su enamorado a su país. Al parecer soy la mascota simpática que trae el amor y la suerte a todas las mujeres que conozco, porque la inmensa mayoría de ellas ahora están satisfactoriamente emparejadas.

Así llegamos a la actualidad y a la necesidad de escribir este post, que alude directamente a mi ya enfermizo deseo de acercamiento a un miembro del sexo femenino. Cuantas veces he pensado en lo que podría sentir acerca de mí una mujer que leyese estas líneas. Desgraciadamente ya lo he comprobado. Un obseso, un degenerado, un desesperado que no suscita en su corazón ni el menor signo de ternura o solidaridad sino rechazo y asco. Cómo la bondad y la generosidad sin límites, cómo el afecto, el cariño y el romanticismo, el cuidado de la persona amada, cómo todos los mejores sentimientos que genera el corazón humano pueden dar como resultado el desprecio.

Algo ha fallado. Será la comunicación, serán las apariencias. No me he explicado como debería, no he conseguido llegar a lo más profundo de la mente femenina, no he sabido desentrañar el misterio. Me encantaría pensar que todas y cada una de las mujeres que han podido compartir la vida conmigo pudieran tener la oportunidad de conocerme, de leer estas líneas y descubrir que no he sido ni un monstruo ni un desecho humano, que tengo tantísimos talentos y tantísimo amor por dar, aún todavía, que realmente se puedan plantear con realismo el hecho de ofrecerme un nuevo comienzo.

Aquí, emocionado al escuchar a Whitney Houston (y reflexionando acerca de lo duro que es envejecer para algunas mujeres), con su exquisita pieza "I have nothing", que me transmite todas las mejores intenciones y el mayor deseo de cercanía, no puedo decir otra cosa mas que dirigirme a Dios o a los hados que deciden nuestro destino, el cual yo creo que todavía está por escribir, porque así me lo han enseñado, y gritar al cielo:

"Por favor, dadme otra oportunidad".


viernes, junio 10, 2011

Física de vanguardia

Conoce el despacho de uno de los visionarios de nuestro tiempo: Michio Kaku




Documental de la BBC: ¿Que es la realidad?


Por supuesto, el gran genio de la física de nuestro siglo no podía permanecer al margen, en su último documental: Into the universe. Es espectacular y, lo que es más importante, te invitará a soñar:



Aprovecho para presentar también el concepto de Multiverso en este capítulo de Redes del 3 de junio del 2011:


Y por el mismo precio incluyo otra interesante entrevista acerca de la importancia de la información en el microcosmos cuántico:



Quien quiera estar al día en los nuevos "guisos" que está cocinando la ciencia física (cada vez menos física y más etérea) del siglo XXI, que se apunte además estas otras nociones para abrir boca:








Y, para finalizar, una bibliografía básica. No están todos los que son, pero son todos los que están. Básicamente se trata de todos los libros que he leído en los últimos meses sobre el particular y listados por orden de lectura, que no de importancia ni fecha de publicación.

Notad la omnipresencia del pequeño japonés de melena nívea. No sólo se debe a un motivo emotivo: me cae simpático. También es un gran divulgador. Aparte de esto, estoy abierto a nuevos autores que no recurran invariablemente a las farragosas fórmulas matemáticas. Lo siento, Roger Penrose, soy de letras, que le voy a hacer.


Michio Kaku: Hiperespacio




Michio Kaku: La física de lo imposible




Michio Kaku: Mundos Paralelos




Stephen Hawking: El gran diseño




Brian Greene: La realidad oculta




No voy a enlazar a páginas donde podáis obtenerlos gratis así que... a comprarlos, como está mandado.

martes, junio 07, 2011

Democratizar el amor I


Nota previa: este post NO va dedicado a las parejas felizmente casadas NI a las parejas de hecho consolidadas. Se centra en la anónima masa de solteros/as que no ha encontrado hasta la fecha un medio razonable de alcanzar la loable meta amorosa.

En la actualidad existen numerosos medios para buscar nuestra media naranja, si es que tal concepto realmente existe, lo cual dudo mucho. Unos están permitidos y otros son mal vistos por la sociedad. El trabajo o la formación profesional, las asociaciones profesionales, lúdicas o religiosas son ámbitos en los cuales la búsqueda de pareja no es lo primero que se considera. Como es normal, son organizaciones que se han creado con otros fines más "serios".

Nuestra sociedad carece totalmente de un medio fiable, directo y digamos que honrado para alcanzar tan loable fin. Las páginas de contactos en prensa y la prostitución eran las dos vías a mano para el hombre del siglo XX. La primera opción ponía a disposición del interesado un grupo escaso de miembros del sexo opuesto y la segunda cubría la necesidad inmediata de sexo que todo hombre tiene y que no sabía o podía satisfacer. Nótese que hablo de hombres que buscan relaciones heterosexuales. Evidentemente todo eso ha cambiado... ahora las mujeres han adoptado un papel más proactivo que antes y también las relaciones se han coloreado con la variante totalmente lícita de la homosexualidad.

Estamos en el siglo XXI e Internet y las redes sociales han llegado para quedarse. Sin embargo, estas herramientas se quedan cortas a la hora de satisfacer nuestro objetivo, que es el de la búsqueda del otro significativo. Como usuario habitual de páginas como Facebook, Twitter, Badoo o páginas de contactos de pago, he detectado carencias significativas que me han obstaculizado esta búsqueda que he señalado tan importante para mí y para muchas personas más. Existe una página todavía no creada ni bautizada que en un futuro cercano proveerá un servicio inestimable a todos los solteros/as que buscan el amor. Hay un pulsante clamor al respecto.

Por supuesto que ni los creadores de Facebook ni de Twitter tuvieron en mente la búsqueda de pareja a la hora de diseñar sus páginas. ¿Seguro? Revisando la película "La Red Social" veremos cómo Mark Zuckerberg se veía excluido de ciertos saraos a los cuales sólo acudían los miembros más sobresalientes, socialmente hablando, de su universidad. Quizás Facebook se use más para poner en contacto a amistades de la infancia o para compartir eventos con nuestros amigos actuales pero en la raíz anida un deseo de afinidad que Mark no podía hacer realidad, hasta ahora. No es ningún misterio que él no estaba precisamente en lo alto de la escala relacional en el microcosmos de Harvard.

Aquí me estoy dedicando exclusivamente a un colectivo ciertamente marginal. Se trata de personas que han intentado emparejarse numerosas veces y no lo han conseguido. Su relevancia social es muy reducida pero esto no debería incapacitarles para desarrollar una sana sexualidad y un reconfortante empleo de la intimidad en familia, heterosexual u homosexual. El artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos lo avala. La propia Biblia nos dice:

Génesis 2:18 - "No es bueno que el hombre esté sólo" (y por ende, la mujer)

Este siglo pasado hemos visto cómo personas que tenían discapacidades y déficits de un tipo u otro han medrado, llegando a alcanzar una calidad de vida adecuada a sus circunstancias e incluso similar o superior a la de personas sin handicaps de ningún tipo. Hemos hecho un gran esfuerzo. Sin embargo, este siglo XXI va a ser (estoy convencido) la centuria en la cual se va a cruzar otro límite, el impuesto hasta ahora por el darwinismo social. Esta teoría se queda muy corta a la hora de explicar todo el amplio y rico abanico de conductas humanas pero, sin embargo, podría (no sin acotaciones ni sin polémica) emplearse en el área de la afinidad sexual, todavía hoy demasiado dirigida por los instintos y la genética.

Sólo quiero llamar la atención sobre este hecho en este día que, como otro cualquiera, me encuentro sólo frente al ordenador, sin ser capaz de dar salida ni respuesta a las preguntas e inquietudes que arden en mi interior. No sé cuando ni cómo se orquestarán las medidas conducentes a una democratización del amor pero si sé que me gustaría ser uno de sus principales iniciadores y, por supuesto, también beneficiario.

No pretendo obtener una muñeca a la carta, objetivizar una mujer de rojo personalizada para todo hombre. Eso es imposible. Pretendo algo más factible, conseguir un cambio similar al producido en todas las sociedades occidentales actuales, en las cuales hay asociaciones y movimientos que cuidan de las personas desfavorecidas para que no falte un trozo de pan en su mesa, en las que el Estado y los propios ciudadanos garantizan con sus impuestos que los más indefensos (ancianos, discapacitados, parados, presos, toxicómanos, etc) y vulnerables tengan acceso a una vida digna.

No se me ocurre pensar en un modo concreto de actuar, por lo menos no ahora mismo. Sólo señalo una puerta que alguien tendrá que abrir, más tarde o más temprano. Pienso en la manera actual de solventar este problema, individual y apelando a la libertad de cada uno. Sin embargo, hay momentos en los cuales las preocupaciones de unos pocos se transforman en las de todos.

Una sociedad moderna bien engrasada está formada por miembros satisfechos, en todas las facetas de su vida. En cambio, el resentimiento, la pasividad, el rencor, la envidia, la angustia, la tristeza o la indefensión son consecuencias muy humanas que resultan de carencias afectivas no resueltas y que corrompen desde dentro familias, grupos y naciones, aumentando el número de enfermedades mentales y suicidios. De hecho, según la OMS, 121 millones de personas en el mundo se ven afectadas por la depresión, la cual puede tener su origen en un fracaso amoroso, entre otros muchos desencadenadores. Estamos obligados a actuar ante el malestar de tantas personas en el mundo.

Como hemos visto hace tan sólo medio mes (el movimiento 15 M), la gente arde en deseos de luchar por la utopía. Estoy convencido de que esto también será realizable, más tarde o más temprano, como otras luchas, impensables en el pasado, como el reciclaje, la igualdad de sexos, la conciliación de la vida familiar y laboral, la normalización de la homosexualidad y tantas otras que se han conseguido o están en marcha.

Mientras tanto, seguiremos soñando y luchando. Siempre.