viernes, septiembre 11, 2009

¡Viva la vida! ...para el que la quiera



Algunas veces nos encontramos con obstáculos en la vida (nos echan del trabajo, las responsabilidades familiares nos pesan más que nunca, se nos priva de un ser querido, nos amenazan físicamente...) en los cuales sentimos que ya no podemos avanzar más, que nuestras fuerzas no dan de sí ni hoy ni nunca para enfrentarnos a semejantes retos. La soledad, la tristeza, el desamparo, la debilidad, la vulnerabilidad, nos embargan y sólo quedan sollozos y una idea fija en la mente.




Bien es verdad que hay niveles y niveles de DESESPERACION. También contamos con algo que en los países anglosajones es conocido como "resilience", que es la capacidad de echarnos a la espalda todas las mierdas que nos encontramos por el camino y digerirlas lo más convenientemente posible. La autoestima y el apoyo de un grupo de familiares o amigos es vital.



Os traigo un artículo para esos momentos oscuros que os deseo que nunca tengáis que padecer y que yo sufro en días alternos. Lo he extraído de la página de la Asociación Americana de Salud Mental, es decir, que no me lo he inventado ni me lo saco de la manga, en cuyo caso no me creerías ni una palabra. No os fiéis tampoco de la traducción que, pese a que llevo toda mi vida mamando el idioma de Shakespeare, acudiendo a infinidad de clases con profesores nativos y no nativos, escuchando música en inglés, viendo películas en inglés, navegando con el único límite del francés, el chino o el ruso, soy un subnormal para un puñado de personas y, claro, en su coherencia lógica un retrasado jamás podría saber más inglés que ellos.

¡Ningún intento de suicidio debería ser descartado o tratado a la ligera!

¿Por qué las personas intentan suicidarse?

Un intento de suicidio es una clara indicación de que algo está gravemente mal en la vida de una persona. No importa la edad o raza de la persona, si son ricos o pobres. Es verdad que la mayoría de personas que se suicidan, tienen un desorden mental o emocional. El más común desorden subyacente es la depresión, del 30 al 70 % de las víctimas de suicidio sufren de depresión mayor o trastorno bipolar (maniaco depresivo).

Señales de alerta de quien está considerando suicidarse

Cualquiera de estos signos por separado no significan necesariamente que la persona esté considerando suicidarse, pero varios pueden indicar una necesidad de ayuda:

  • Amenazas verbales de suicidio como "Estarías mejor sin mí" o "Tal vez yo no esté más"
  • Expresiones de desesperanza o desamparo
  • Previos intentos de suicidio
  • Comportamientos atrevidos o arriesgados
  • Cambios de la personalidad
  • Depresión
  • Desprenderse de valiosas posesiones
  • Carencia de interés en planes futuros

Recuerda: Ocho de cada diez personas que consideran suicidarse dan alguna señal de sus intenciones. Las personas que hablan sobre el suicidio, amenazan con suicidarse o llaman a los centros especializados son 30 veces más propensos a matarse.

Si tú crees que alguien está considerando el suicidio

  • Confía en tu intuición de que la persona podría tener problemas
  • Habla con ella sobre tus preocupaciones de que pueda suicidarse. La comunicación necesita incluir la ESCUCHA.
  • Haz preguntas directas sin hacer juicios de valor. Determina si la persona tiene un plan específico para acometer el suicidio. Cuanto más detallado el plan, más grande el riesgo.
  • Consigue ayuda profesional, aún si la persona se resiste
  • No le dejes sólo/a
  • No jures que no lo dirás a nadie
  • No actues sorprendido o de modo paternalista
  • No aconsejes a la persona tú mismo

Estadísticas de suicidio

  • El suicidio es la octava causa de muerte en los EEUU, resultando en más del 1% de todas las muertes.
  • Más años de vida son perdidos por el suicidio que con cualquiera otra causa concreta, excepto infartos o cancer.
  • 30.000 americanos mueren de suicidio al año; un número adicional de 500.000 americanos intentan suicidarse anualmente.
  • La proporción actual de intentos a suicidios consumados es, probablemente, al menos de 10 a 1.
  • Del 30% al 40% de personas que consuman el suicidio, han realizado un intento previo.
  • El riesgo del suicidio consumado es 100 veces más grande que la media en el primer año tras un intento - 80 veces más grande para las mujeres, 200 para los hombres y 200 para las personas mayores de 45 años, y 300 veces para hombres blancos de más de 65 años.
  • Las probabilidades de suicidio son más altas en la tercera edad: 20% de la población y el 40% de las víctimas suicidas son de más de 60 años. Después de los 75, la proporción es tres veces mayor que la media, y entre hombres de más de 80, es séis veces más alta que la media.
  • El abuso de sustancias es otro gran instigador del suicidio; puede estar presente en la mitad de todos los casos. Sobre el 20% de los suicidas tienen problemas con el alcohol, y la probabilidad de suicidio en toda la vida de personas con problemas de alcohol es al menos tres o cuatro veces la media. Los suicidios consumados son más probables en hombres de más de 45 años que estén deprimidos o sufran de problemas con el alcohol.

Previniendo el suicidio

A pesar de que no llamen a centros de prevención, las personas que consideran el suicidio generalmente buscan ayuda; por ejemplo, casi tres cuartos de todas las víctimas de suicidio visitan un médico en los cuatro meses antes de sus muertes, y la mitad en el mes anterior.

Ayudando a quien considere el suicidio

  • No hay una única terapia específica para todas las personas que consideran suicidarse o tienen tendencias suicidas. Las maneras más comunes de tratar las enfermedades subyacentes asociadas con el suicidio son la medicación, la terapia psicológica o una combinación de las dos.

  • Las terapias cognitiva y conductual buscan aliviar la desesperanza de los pacientes suicidas mostrandoles otras soluciones a sus problemas y nuevas maneras de pensar en ellos y en su mundo. Los métodos conductistas, como la formación en asertividad, solución de problemas, habilidades sociales y relajación muscular, pueden reducir la depresión, la ansiedad o las carencias sociales.

  • Las tareas para casa de las terapias cognitivas y conductuales son planeadas en colaboración con el paciente y explicadas como experimentos que serán educativos incluso si ellos fallan. Los terapeutas enfatizan en que el paciente está haciendo la mayor parte del trabajo, porque es especialmente importante para que la persona que piensa en el suicidio no ver al terapeuta como necesario para su supervivencia.

  • Las investigaciones recientes apoyan firmemente el uso de la medicación para tratar la depresión subyacente al suicidio. Los fármacos antidepresivos actúan en senderos químicos del cerebro relativos al temperamento. Existen varios antidepresivos efectivos. Los dos tipos más comunes son los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) y los antidepresivos tricíclicos (ATC). Otros nuevos tipos de antidepresivos (por ejemplo, el antagonista alfa 2, los inhibidores selectivos de la recaptación de norepinefrina (ISRN) y aminocetonas), y los veteranos inhibidores de la Monoaminoxidasa (MAO), son también prescritos por algunos médicos.

  • La medicación antidepresiva no es adictiva. A pesar de que algunos síntomas como el imsomnio, a menudo mejoran dentro de una semana o dos, puede tomar tres o cuatro semanas antes de que te sientas mejor; el beneficio completo de la medicación puede requerir de seis a ocho semanas de tratamiento. Algunas veces se necesita hacer una rectificación en la dosis o tipo de medicación antes de que se noten las mejoras. Es a menudo recomendado que las medicación sea tomada de, al menos, cuatro a nueve meses desde que se han notado mejorías. Las personas con depresión crónica pueden requerir permanecer con medicación para prevenir o aliviar episodios posteriores.

  • Las personas que toman antidepresivos deberían ser monitorizadas por un doctor que sepa tratar la depresión clínica, para garantizar el mejor tratamiento con los menores efectos secundarios. Es también muy importante que tu doctor esté informado sobre otras medicinas que emplees, incluyendo vitaminas y suplementos de herbolario, de modo que eviten interacciones peligrosas. Alcohol y otras drogas pueden interactuar negativamente con la medicación antidepresiva.

  • No dejar de tomar la medicación sin discutirlo con tu médico

Recursos en tu comunidad

  • Números de teléfono (Pueden ser obtenidos de la guía telefónica, las asociaciones locales de salud mental, centros comunitarios)

  • Iglesia

  • Profesionales médicos

  • Comisarías

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