domingo, octubre 17, 2010

Se está cociendo un nuevo relato...




Por el tiempo que lleva en el horno ya puede ser bueno. Mi última entrega de relatos a los Premios UPC fue en la edición 2005, con lo cual realmente ya era hora de que apareciese algún otro.

Razones, muchas. Pereza, también. Trabajo, que no falte. Ideas, escasas, cada vez menos. Sin embargo, la inspiración siempre está ahí y sólo es necesario reunir ciertas palabras clave como para que surja todo un chorro de material que estaba en algún rincón de mi cabeza. Conceptos tan dispares y difíciles de reunir en un todo coherente como el mal, la corrupción, los mundos paralelos, los viajes en el tiempo, el desamor, la soledad, la influencia de las religiones y los últimos días del imperio romano, salpicado con un puñado de experiencias reales vividas por el juntaletras que firma.

No sé si merecerá la pena leerse. Seguro que no será valedor de ningún premio. Pero de lo que si tengo total certeza es de que el relato:

1. Inquietará (pero no más que mi vida cotidiana).

2. Estará de acuerdo con los últimos conocimientos extraídos por la ciencia de vanguardia y divulgados por científicos como Michio Kaku o Stephen Hawking.

3. Hará que te plantees que tu vida merece ser vivida y que no es tan triste, humillante, decepcionante o alienante como la de otras personas... y no miro a nadie, sobre todo porque no puedo mirarme a mí mismo justo ahora.

Espero haber terminado para el verano del 2011, más que nada porque es el plazo limite de entrega. De todas formas, si mi objetivo fuesen los premios seguro que escribiría más rápido. De momento, sólo lo hago por diversión y espero que así sea por mucho tiempo.


Y, sin más dilación, plasmo dos fragmentos del relato. No espero que os guste porque no espero mucho de mí, pero si sucede lo contrario, hacedme el favor de decírmelo. De todas maneras, siempre es muy difícil valorar una obra inacabada o sea que casi mejor esperad a que lo termine. ¡¡¡No me vayáis a marear con vuestras entradas en masa a esta página, que no estoy acostumbrado!!!


INOCUO (páginas 9 y 10)


Ante semejante discurso no podía sino asistir con la boca abierta. Jamás pensé que podría ser testigo de algo así.

—Existe una cierta relación entre este cuerpo y mi voluntad. Bueno, cuerpo no sería la palabra correcta. Restos, más bien. Esto que ves es el equivalente a lo que unas ruinas son con respecto a una ciudad de la época romana. Si en vida supusieron el culmen de la civilización mediterránea, el espejo en el que se miraban todos los pueblos circundantes, ahora su mortecina estructura no ha hecho más que perpetuar su eterna gloria para las generaciones venideras.

—Esas heridas deben ser terribles.

—No son heridas, ahí no hay nada. ¿No lo ves? —dicho esto me oprime la muñeca y trata de dirigir mi mano a su repugnante rostro. Me resisto pero no sirve de nada. Un hormigueo me estremece la piel pero no se trata de piel de gallina por el asco, es algo muy distinto.

—Restos… de algo que existió alguna vez pero que ya no tiene razón de ser. Sólo hay una voluntad tratando de reorganizar los pedazos… YO. ¿Nunca temiste, al meterte en una bañera, que el agua entraría a raudales por todos los poros de tu piel y morirías irremediablemente? —ante mi cara de extrañeza se limitó a continuar—. Yo sí y esta pesadilla hecha realidad es lo que he recibido como regalo. Voy dejando un reguero de partículas que ya han perdido toda capacidad NORMAL de interactuar con el resto, mi cuerpo está quebrado para siempre, está MUERTO. Sin embargo, no me importa. Es algo que ya he asumido.

Sentado a la mesa, esa especie de híbrido entre Franck Ribery y el propio Hawking adoptó una mueca más aterradora todavía. Intuí un gesto de desesperación que, afortunadamente, sólo duró unos pocos segundos.

—¿Qué le sucedió? Fue un accidente de algún tipo…

—¡No, no, no! Esto no lo recibes cuando pierdes el control de tu coche en la autopista. Esto es extraordinario. ¡No hay nadie como yo en el mundo! Lo que me preocupan son las repercusiones. No me refiero a mis cicatrices ni mi aberrante aspecto físico. ¡Me refiero a mi cordura! Se ha perdido ya toda la inocencia de que el ser humano podía ser capaz. Saberlo todo, conocer la descarnada textura de la realidad, no se lo aconsejo a nadie. Y sin embargo…

—Sin embargo, ¿qué?

—Alguien más debe ser partícipe de tales revelaciones… TÚ, pequeña lombriz rastrera.

—¿Por qué yo?

—Porque TÚ eres YO…


INOCUO (páginas 36 y 37)

Una vez situados bajo el balcón en el que el Papa había estado orando y, tras comprobar atentamente el efecto que su presencia había causado entre el público, los sacerdotes y los medios de comunicación presentes, cuatro de los togados realizaron el acto más transgresor que había tenido lugar en la plaza de San Pedro desde sus orígenes, allá en tiempos de Gian Lorenzo Bernini. Se arrodillaron junto a uno de ellos, el primero en llegar. Primus inter pares, pensé yo para mis adentros. Y, en un acto conocidísimo desde la antigüedad, pero cada vez más denostado por los países occidentales, uno tras uno iba besando la mano de su líder, tras la mirada impávida del Papa unos cuantos metros más arriba.

El hecho palpable es que ni la Guardia Suiza ni ninguno de los miembros de seguridad visibles o invisibles hizo nada en absoluto por abortar aquella ceremonia paralela que había saboteado la oración del Papa.

Pronto las cámaras se centraron en un primer plano de aquel extraño antipapa. Su rostro no podía sustraerse del escrutinio objetivo de los aparatos de grabación, desgraciadamente. Era sospechosamente idéntico al del general Décimo Junio Bruto, cuyo busto se exponía tras aquellas puertas, en el mismo Museo Vaticano, y resultaba altamente turbador puesto que, como en esa escultura, había perdido su nariz, quien sabe si también como resultado del deterioro y del paso de los siglos. También estaba dotado de la severidad en el semblante que poseían las grandes figuras romanas y esa parquedad cadavérica en las mejillas de quien ha sufrido muchas privaciones o ha padecido muchas guerras. Con pómulos sobresalientes y un arco superciliar abultado, sus ojos, paradójicamente, se ocultaban a la vista. Además poseía toda una serie de cicatrices que me recordaban a alguien muy cercano.


POST DATA:

PD1: Hago desde aquí un llamamiento a todos los visitantes de "Será el calor", mi post calenturiento, para que entren a curiosear en otros rincones de mi blog. ¡Sólo me quieren por mi físico!

PD2: Aprovecho para recordar a los visitantes iraníes, saudíes o magrebíes salidos del anteriormente citado post que la visión de mujeres occidentales en poca o ninguna ropa no es pecado según el Coran, o sea que a relajarse todo el mundo!!! Ay, es que estamos de un multicultural subido...