Desde luego, es una tontería que no tiene ningún sentido. Por lo menos en mi caso. Si fuese una persona con cero reservas grasas, entonces sería correcto, con el fin de convertirlas en masa muscular. Pero yo, con mis 73 lamentables y excesivos kilogramos, no tengo ningún derecho a seguir manteniendo ese lastre in aeternam. Con una vida sedentaria y ninguna perspectiva de realizar una actividad física intensa, debido a mi molesta hipersudoración, la única alternativa que tengo es realizar un exigente régimen alimenticio que me lleve al peso socialmente deseado.
Si a comienzos de Julio, como aparece en el gráfico adjunto, pesaba 78 kilos, se debe ni más ni menos que a dos factores:
- El placer subyacente que obtengo de la comida
- La ausencia de límites a la ingesta debido a que vivo sólo y nadie me controla
La línea de progresión ha llegado a los 71,9 kilos debido a que he tomado serias medidas para frenar la subida de peso. Este ha sido mi rudimentario método, no quiere decir que sirva para nadie más. Todavía está por ver que me sirva a mí. Lo que es un hecho es que con poco esfuerzo he bajado cinco kilos en dos meses y medio:
- Eliminación de TOXICOS como los embutidos (chorizo, ese enemigo del hombre), aceitunas, palomitas, refrescos carbonatados o patatas fritas.
- Reducción considerable de la ingesta de dulces o chocolate. He decidido mantenerlos como recompensa adicional. No quiero joderme más la vida de lo que ya está.
- Incremento de frutas y verduras en la dieta (no digo nada nuevo)
- Ensaladas, zumos y gazpacho multiplicados por mil este verano.
- Desayuno irrisorio: zumo + 1 o 2 yogures O leche con cereales O 2 tostadas con mermelada o nocilla
- Cenas diminutas: frutos secos O fruta O tostadas con atún, queso o algo ligero
- Aumento considerable y circunstancial de la ingesta de helados (será el verano).
Preferiblemente de hielo, parece que comes algo y en verdad sólo tomas agua más colorante y aromas. No es muy sano pero es un truco.
- Recompensas de fin de semana: menú completo con dos platos más postre a elegir entre Sabado o Domingo. También se incluyen comidas excepcionales fuera de casa a las que no he podido resistirme. Siendo pacientes, a la semana siguiente se irán desvaneciendo los efectos del ágape.
- Ayuno: dos o tres días, como mucho, sin comida ni cena. Equilibra los excesos y permite seguir avanzando. Si no aguanto, puedo tomar fruta o zumos para matar el gusanillo.
- Ejemplos de comida de entresemana:
ensalada mixta + queso + helado
almejas a la marinera
guisantes + yogur + helado
tostadas con salmon + helado
Será un régimen absurdo, poco científico o hasta inútil. Pues igual. El hecho es que, como dicen los chicos de Muchachada Nui, a mi me funciona. Es mi propio cuerpo con el que estoy experimentando, no muy querido, por cierto; así que puedo realizar todo tipo de burradas que se me ocurran. Peor no voy a estar.
Las ventajas de todo esto pueden ser abrumadoras:
- Poder probarme todo tipo de ropa sin problemas
- Empezar a mostrar mi cuerpo sin temor ni vergüenza
- Dejar de gastar dinero en una cosa tan tonta como la alimentación. En mi caso, meter gasolina con el depósito lleno.
- Ser acogido por la masa social enfervorecida y saturada de conceptos como salud, bienestar, en forma o delgadez. El cuerpo humano perfecto como nuevo Dios y el imperfecto como Demonio.
- Ser tenido en cuenta al argumentar cualquier tipo de discurso.
- Ser acogido en grupos o, por lo menos, no ser rechazado.
- Acceder a mejores puestos de trabajo.
- Subir en la escala jerárquica de dominación humana (risa maquiavélica)
- Buena forma física como accesorio vital de la inteligencia emocional.
- Poder entrar a formar parte de la humanidad, dejar de ser un paria.
Last but not least, sino todo lo contrario:
- Intentar obtener la atención de las mujeres. ¡Viva la estupidez!
- Ascender en la escala de deseabilidad mujeril.
- Tener la oportunidad de realizar el acto sexual con mujeres. ¡Que lujo!
- Tener la posibilidad de ser querido por alguien más aparte de mis padres.
- Poder, eventualmente, formar una familia y tener descendencia, algo que cada vez es más un bien de lujo y no un derecho para todos.
Quizás he puesto demasiadas expectativas en todo esto, tal vez deba decir que mi retraso mental incipiente y mi rostro de cretino sin límites nunca me permitan conseguir estas metas. En todo caso, siempre es bueno tener una ilusión... y ésta es la mía.
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