Pocas semanas después de mi estancia en Alemania se celebró en Berlín con las máximas autoridades teutonas, Merkel incluida, un año más de homenaje a los miembros implicados en la conspiración para matar a Adolf Hitler. El 20 de julio de 1944 es algo más que una fecha a recordar, es la búsqueda de la dignidad, del heroismo y, desgraciadamente, también del martirio, por parte de unos alemanes que veían en el régimen nazi a un gobierno que no les representaba y que contrariaba todos sus legítimos intereses como nación influyente y a la vez respetada en el mundo.
Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg fue un coronel del estado mayor de la Wermacht, el ejército alemán en tiempos de la segunda guerra mundial. Hablamos de un militar con orígenes aristocráticos que veía a los nazis como unos arribistas sin escrúpulos que habían manchado el antiguo código de honor, las virtudes prusianas y la moralidad católica propia del Sur alemán que su familia siempre había respetado.
Ya su propia familia, en el caso concreto de su tio, el conde Nikolaus von Üexküll, se había posicionado junto con otros militares prusianos en contra de la autoridad hitleriana. Sin embargo, el propio Stauffenberg se vió envuelto en las campañas de Polonia y Francia junto a la 6ª división Panzer, siempre con total lealtad a su líder, siendo condecorado por todo ello.
Sin embargo, dos hechos le llevaron a cambiar de opinión gradualmente, llegando hasta un punto de no retorno: las agresiones llevadas a cabo contra los judíos ya desde la llamada Noche de los Cristales Rotos, y el trato dado a la población y a los prisioneros sovieticos en la Operación Barbarroja, la invasión de la URSS.
Tras ser herido en el Norte de Africa, concretamente en el Paso de Kasserine, punto estratégico situado cerca de la frontera de Tunez con Argelia, volvió a Berlín a curar sus heridas. Esto sucedía a comienzos del 1943. Una vez recuperado en septiembre del mismo año empezó a mover los hilos de un desesperado pero valiente plan para salvar a la sagrada Alemania de una derrota ya incipiente por parte de las potencias aliadas.
Y precisamente mi entrada ha sido debida a que acabo de informarme de que se va a realizar una versión cinematográfica de esta prodigiosa historia de sacrificio en pos de unos ideales en que Stauffenberg y sus hombres creían a pesar de los pesares.
La anterior version es muy reciente, Operación Valkiria. Data del 2004 y es una serie hecha para la televisión alemana protagonizada, entre otros, por Sebastian Koch y Ulrich Tukur, dos grandes actores alemanes conocidos por haber protagonizado otras peliculas de ambientación nazi como El Libro Negro o Amen.
En este caso se trata de una superproducción de Hollywood, con Bryan Singer (Sospechosos habituales) como director y Tom Cruise acompañado de una camarilla de importantes actores británicos, holandeses y alemanes, entre los cuales destacaría a Tom Wilkinson (Full Monty, Batman Begins), Carice Van Houten (El Libro Negro), Kenneth Branagh (que se puede decir de este hombre, envuelto en una historia shakespiriana a todas luces y además real), Christian Berkel (El Hundimiento) o Thomas Kretschmann (puedo decir Wanted pero prefiero decir Stalingrado o El Hundimiento).
Se estrenará a comienzos del 2009 así que espero ansioso el resultado. El descendiente directo del protagonista se negó a apoyar una película con un protagonista como Cruise, adicto a la Cienciología. Simplemente quería que Tom quitase las manos del recuerdo de su padre. También se ha impedido al equipo rodar en instalaciones militares alemanas. Veremos como queda todo al final. Aqui os dejo unas imágenes y el trailer de la película para que opineis por vuestra cuenta.
DESCANSEN EN PAZ LOS HEROES
Los coroneles Von Stauffenberg y Albrecht Ritter Mertz von Quirnheim
Von Stauffenberg dialogando con el Almirante Wilhelm Canaris, jefe de la inteligencia nazi implicado en la Operación Valkiria
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